Un paso importante hacia la sostenibilidad en la producción de vino es la adopción de métodos orgánicos y veganos. Estos métodos eliminan el uso de químicos que pueden dañar los ecosistemas y favorecen el uso de materiales más sostenibles, como el aluminio.

Les compartimos este artículo publicado en www.noticiasdelvino.com sobre el papel que juega el aluminio en el auge del vino orgánico y vegano.

El aluminio juega un papel clave para la sostenibilidad en la industria del vino. Es un material 100% reciclable que reduce significativamente la huella medioambiental en comparación con el vidrio. Además, la practicidad del aluminio permite consumir el vino dónde, cuándo y cómo se desee.

El cuidado del medio ambiente no tiene por qué ser económicamente desfavorable, y de hecho, puede ser incluso más rentable. Un ejemplo de esto es la elección del formato de envasado. El vino en latas, además de facilitar su consumo para una sola persona, reduce las emisiones de CO2 en sus procesos de producción y logística, lo cual se traduce en un ahorro económico.

Reducción de la huella de carbono

El impacto de la producción de vino en la atmósfera es una preocupación creciente. Comparativamente, producir una lata de vino de 0,25 L emite 1,1 kg menos de CO2 que una botella de cristal de 0,75 L. Esa diferencia, en grandes volúmenes de producción, se traduce en toneladas de CO2 que no llegan a la atmósfera. La reducción de la huella de carbono también proviene de factores como el menor peso del envasado de aluminio respecto al vidrio y la eficiencia en el transporte del producto. Todo esto, si bien supone una inversión inicial, a medio plazo va en línea con los objetivos de las empresas de orientarse hacia modelos de producción más sostenibles.

Innovación en sabor y calidad

Un aspecto clave para la aceptación de este tipo de vino en latas es el despejar cualquier duda en cuanto a la calidad y el sabor del producto. A través del uso de la tecnología VINSAFE, se garantiza que el vino no interactúa con el aluminio. La lata posee una cobertura interna que mantiene intactas las características y sabor del vino. Otras ventajas del formato en lata incluyen un enfriamiento más rápido y una mayor resistencia a la rotura en comparación al vidrio. El hecho de que la lata sea opaca impide la entrada de luz ultravioleta que puede afectar la calidad del vino y el oxígeno no interacciona con el producto como sucede en las botellas de corcho.

Estos esfuerzos por parte de estas empresas innovadoras demuestran que el futuro de la industria del vino podría ser, efectivamente, enlatado.