El uso del aluminio se ha intensificado notablemente en el siglo XXI, y continúa al alza.
En la automoción se fabrican diversos componentes de los motores y piezas como pistones, ruedas, cajas de transmisión, etc., así como estructuras y carrocerías. Marcas como Jaguar, Audi, Ford o Tesla fabrican vehículos con chasis de aluminio.
Su utilización conlleva también importantes ventajas medioambientales, ya que su ligereza reduce el peso del vehículo en hasta un 30%, lo que permite un importante ahorro de combustible y por lo tanto menores emisiones de óxido de nitrógeno y dióxido de carbono. Además, casi el 100% del aluminio usado en automóviles es posteriormente reciclado.
En el sector ferroviario se usa para la fabricación de sus locomotoras, se encuentra en las estructuras de los trenes de alta velocidad o en las catenarias. Como ejemplo indicar que un tren de aluminio consigue un ahorro de energía del 87% en sus casi 50 años de vida media.
Por su resistencia a la corrosión al agua del mar, se utiliza para fabricar cascos y mástiles de embarcaciones y otros elementos náuticos, como los pantalanes de los puertos marítimos.
Y en el sector aeroespacial es fundamental por atributos como la resistencia, ligereza y maleabilidad, siendo el material perfecto para fabricar aviones o naves espaciales.
FUENTE:
www.infinitamentereciclable.com